Jaume Matas, junto con Catalina Sureda actuando como alcaldesa en funciones. Foto: M. FUSTER

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En un ambiente lluvioso y con fango hasta las rodillas, el ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, dio la primera paletada en el punto donde comienzan las obras que desviarán el torrente de sa Cabana fuera del casco urbano de Manacor. En su discurso, Matas reconoció el gran retraso que han sufrido estas obras, debido a enfrentamientos sociales y políticos, y que ahora, después de 13 años de haberse producido la trágica torrentada que invadió de agua a numerosas viviendas, ha sido posible que se lleve a cabo el proyecto que cuenta con la financiación del Ministerio de Medio Ambiente, que ha aportado más de cinco millones de euros.

Matas destacó «la perseverancia de los habitantes de Manacor que ha culminado con el triunfo de sus reivindicaciones». El ministro no quiso entrar en polémicas «electoralistas» y agradeció la colaboración dispensada por «el Ajuntament de Manacor y el Govern de les Illes Balears por la cesión de los terrenos y a la empresa adjudicataria por su esfuerzo para comenzar las obras». Matas hizo también un llamamiento a las demás instituciones, Ajuntament y Conselleria de Medi Ambient, para ampliar y adecentar el cauce actual del torrente que pasa en medio del casco urbano de Manacor, puesto que «también es necesaria una actuación para eliminar totalmente el riesgo de las inundaciones». En este sentido, el ministro ofreció su colaboración para realizar esta mejora.

El ministro aseguró que el proyecto que se llevará a cabo durante los siguientes 18 meses se ha elaborado «para evitar las inundaciones en el núcleo urbano de Manacor, mediante el desvío del torrente de Manacor desde la carretera Manacor-Porto Cristo, en sa Font Nova, hasta un punto aguas abajo a cinco kilómetros de distancia, atendiendo las diversas alegaciones efectuadas en la información pública». Con la ejecución de este proyecto, «los manacorines puedan respirar tranquilos y tendrán la seguridad de estar debidamente protegidos de las torrentadas», agregó el ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas.