Las fincas de s'Albufera son, según los propietarios, fincas muertas e improductivas.

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TONI ESCANELLAS
La asociación de propietarios de las fincas de s'Albufera piden al Govern que compre los terrenos enmarcados en el parque natural, dada su escasa productividad. El Govern les propuso recientemente un plan de ayudas para la explotación agrícola de las tierras, aunque los propietarios consideraron que el plan del Govern no se ajusta a las condiciones que presentan las fincas.

Los propietarios explicaron que las fincas, algunas de ellas abandonadas desde hace más de 35 años, no son productivas, y por ello su respuesta fue que el Govern realice un plan para comprar una finca cada año.

Según los propietarios, muy pocos de ellos podrían acogerse a estas ayudas puesto que de las aproximadamente 400 hectáreas sólo un 1% del terreno es productivo.

Los propietarios no están de acuerdo con la propuesta del Govern, ya que realizar mejoras en los terrenos, totalmente improductivos, sería, según ellos «una pérdida de tiempo y dinero». «Solo para plantar caña se necesitan unos 20.434 euros (3.400.000 pesetas) y además la avifauna del parque lo destrozan todo, estos terrenos solo sirven para pasto de vacas», aseguran.

Las fincas de titularidad privada de s'Albufera son unas treinta, cuyas superficies oscilan entre veinte y treinta quarterades, y aunque el Govern no se ha propuesto todavía la posibilidad de compra, la operación a llevar a cabo supondría un esfuerzo económico muy alto.

Por otra parte, los propietarios, desde la declaración de s'Albufera como parque natural y centro de estudio ornitológico, han perdido sobre sus fincas cualquier derecho de especulación y construcción, de ahí que el anterior presidente de la asociación de vecinos, Gori Noceras, manifestara a Ultima Hora: «Lo mejor que se puede hacer con ellas es venderlas al Govern, ya que las posibilidades de cualquier operación no agrícola son nulas, y prácticamente las agricolas también».

El cultivo de unas tierras «muertas» como es el caso de las de s'Albufera implicaría por parte de los propietarios una aportación económica muy superior a la de las ayudas propuestas.

De cualquier modo, sea o no viable la posibilidad de compra por parte del Govern, los propietarios esperan una solución rápida a este problema que les obliga a mantener un patrimonio inútil.

El hecho de que una de las propiedades pertenezca a la Fundació Illes Balears y otra pertenezca a GESA hace que la viabilidad de la compra se vea entorpecida, ya que al no tratarse de particulares la finalidad de la propiedad es distinta.

La Conselleria de Medi Ambient pospuso esta cuestión, pues al tratarse de una operación tan compleja se necesitarían estudios para determinar las posibilidades de la oferta.

La propuesta de la asociación de propietarios de s'Albufera es muy ambiciosa, puesto que, de darse el caso, el coste económico, si la compra fuese inmediata y de la totalidad de las fincas, supondría un esfuerzo por parte del Govern que tendría que realizar un desembolso multimillornario, por eso la oferta de la asociación de propietarios pretende llevar a cabo una operación a largo plazo.