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La paz vuelve a reinar en el hospital de Manacor. Después de la tormenta parece que ha llegado la calma al centro hospitalario de la comarca tras meses de polémica y enfrentamiento. En la mañana de ayer y después de una reunión que duró unas dos horas, la Conselleria de Salut, Ib-Salut y los tres traumatólogos sancionados junto a sus representantes sindicales de CCOO, alcanzaron un acuerdo por escrito en el que ambas partes enfrentadas reconocen «errores» que han conducido al conflicto de la fundación.

Por una parte, los tres especialistas expedientados admiten «errores en la forma en que se han expresado ciertas discrepancias con la gerencia y, por otra parte, la administración sanitaria asume también errores en la valoración de la sanción impuesta a los médicos, así como en la ejecución inmediata de ésta». Así lo expresó ayer el director general de Planificació de la Conselleria de Salut y presidente del Patronato de la Fundación, Pablo Rivero.

A parte del reconocimiento de los posibles errores cometidos por ambas partes, el encuentro de ayer consolidó un segundo punto de acuerdo, también rubricado por escrito. En este caso, la fundación ha rebajado la sanción a los tres traumatólogos expedientados. De una falta muy grave se pasa a la mínima graduación en la sanción: los especialistas sólo tendrán una infracción leve y serán amonestados verbalmente.

Sin embargo, desde el punto de vista de Rivero, lo más importante de este acuerdo formal es que «los traumatólogos han firmado su compromiso de reincorporarse inmediatamente a sus puestos de trabajo y asegurar así la continuidad y normalidad en el servicio de traumatología y, por extensión, en todas las áreas del centro hospitalario».

El encuentro -al que asistieron el gerente del Ib-Salut, Juli Fuster; el secretario general de Salut, Gabriel Payeras; el director de Planificación Asistencial, Gaspar Tamborero; el gerente de Gesma, Pep Carbonero, y Pablo Rivero, por parte de la administración, y los tres traumatólogos y sus representantes sindicales, por la otra parte- tenía como objetivo «desbloquear la situación creada a partir de unas polémicas declaraciones para asegurar la continuidad asistencial de Manacor y garantizar la normalidad en el hospital», explicó el presidente del patronato.