Tras la foto de rigor de las autoridades autonómicas y locales, se procedió a la demolición del edificio. Foto: Jaume Morey

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En medio de una gran expectación, ayer se procedió al derribo controlado del edificio de apartamentos Ditos de Cas Català, primera actuación realizada con fondos de la ecotasa en el municipio de Calvià. La piqueta inició al mediodía la demolición del hostal residencia adquirido por el Govern, en noviembre, por una cantidad de 1.352.227'23 euros. El edificio ocupaba una parcela de 234 metros cuadrados en primera línea entre la carretera y la playa de Cas Català y tenía una superficie construida de 454 metros cuadrados en un total de seis plantas.

El establecimiento turístico dejó de funcionar como tal a partir de 1993, aunque se siguió explotando como apartamentos privados.

El objetivo de esta actuación es recuperar este enclave y convertirlo en un espacio libre y de uso público. Así, se creará un mirador sobre la playa y se efectuará la readecuación y restitución de la playa existente con la construcción de servicios como duchas y lavabos. Además, se facilitará el acceso del público hacia la playa. De hecho, será el único acceso directo a la playa en la costa desde Marivent a Calvià.

Al acto del derribo asistió una amplia representación del Govern. Hasta Cas Català se desplazaron el president del Govern, Francesc Antich, y el vicrepresident, Pere Sampol, así como los consellers de Turisme, Innovació i Tecnologia, Obres Públiques y Treball, Celestí Alomar, Priam Villalonga, Francesc Quetglas y Miquel Rosselló, respectivamente. Por parte del Ajuntament de Calvià, estuvieron presentes la alcaldesa Margarita Nájera; la teniente de alcalde de Urbanismo, Neus Pacheco, y la concejala delegada de Cas Català, Joana Maria Coll.

Ningún representante de las asociaciones hoteleras del término municipal asistió a presenciar el acto de esponjamiento de Cas Català.

En los parlamentos, Margarita Nájera señaló: «Hoy es un día de fiesta para Calvià. Es una actuación más de esponjamiento de las que se han llevado a cabo en el municipio».

Antich, por su parte, destacó que con la colaboración entre las instituciones se facilita este tipo de actuaciones. Antich recordó que «la ecotasa es un instrumento de solidaridad entre turistas y ciudadanos residentes y de solidaridad hacia las generaciones futuras, porque nos permite la recuperación de nuestro patrimonio paisajístico y territorial».

En la zona se congregó numeroso público que quiso participar de los actos organizados con motivo de esta actuación. Antes del derribo, se organizaron actuaciones infantiles y, después, tuvo lugar un almuerzo popular y una actuación musical.

El próximo proyecto financiado con fondos de la ecotasa en Calvià será la adquisición de la fortaleza militar de Illetes. El Govern que preside Antich también quiere comprar la finca de Galatzó, aunque no se hará a corto plazo.

El anteproyecto de recuperación, que está previsto en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Calvià, tiene un presupuesto aproximado de 160.000 euros y hace énfasis en salvar el desnivel existente entre el paseo Calvià y la playa.

El proyecto, que prevé la creación de un mirador, también incluye la habilitación de accesos para personas minusválidas.