La Comissió Balear de Medi Ambient se opone a la ampliación de la
urbanización de Casetes dels Capellans de Muro. Esta comisión
presentó un informe a la Comissió Insular d'Urbanisme en el que
prescribe que no se tiene que aumentar la superficie actual de
Capellans ni el número de edificaciones con la finalidad de no
incrementar los efectos ambientales negativos sobre la zona
dunar.
Los técnicos del Consell también proponen que se debe hacer una
proyección ortogonal del cámping de Platja Blava. Por otra parte,
afirman que se debe eliminar la propuesta de ampliación de la zona
de sa Riba y desestiman la ampliación de una residencia para la
tercera edad.
Este es uno de los motivos por el que la ponencia técnica del
Consell ha acordado suspender la aprobación definitiva del PGOU. La
última palabra será para la ponencia política de la Comissió
Insular d'Urbanisme del próximo jueves.
Tanto el alcalde Miquel Ramis (CDM) como el teniente de alcalde,
Onofre Plomer (PP), entienden que «la suspensión de la norma parece
ser que se debe a presiones políticas por parte de UM de Muro».
Ramis y Plomer acusaron ayer al regidor de UM Jaume Perelló de que
«con la normativa del año 89, que permite una mayor edificabilidad,
el regidor Perelló puede construir ocho pisos en una finca de su
propiedad, mientras que el nuevo PGOU sólo permitiría que se
construyeran hasta seis».
El equipo de gobierno asegura que la suspensión del PGOU llevará
una serie de «problemas». «Si se suspende la aprobación definitiva
se retrasará el inicio de las obras de la nueva escuela; además, en
estos momentos, está en vigor el anterior planeamiento urbanístico
que es menos restrictivo que la nueva normativa», explicó
Plomer.
El regidor Jaume Perelló negó tener intereses en la suspensión
del PGOU. Asimismo, concretó que «en esta finca tengo licencia para
hacer cuatro pisos y dos locales comerciales».
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