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TOMEU GARCIES
La Direcció General d'Indústria, dependiente de la Conselleria d'Economia que dirige Pere Sampol, vetó que la demolición del hostal Ditos de Cas Català se llevara a cabo con explosivos.

La Conselleria de Turisme, que compró este inmueble con fondos de la ecotasa, redactó un proyecto de derribo en el cual preveía dinamitar el hostal. La demolición del edificio suponía el primer paso del proyecto de recuperación de la vista sobre el mar, con la creación de un mirador y de un ancho acceso público hasta la playa.

El proyecto remitido a la Direcció General d'Indústria a fin de que realizara el preceptivo informe legal. Este trámite es necesario en este tipo de actuaciones a fin de que la Delegación del Gobierno autorice la voladura.

Indústria, en cambio, denegó el permiso alegando motivos de seguridad.

Según fuentes de la Conselleria, los técnicos consideraron demasiado arriesgado hacer explosionar el edificio, ubicado en plena zona urbana, por la proximidad de muchas viviendas. Se puso de manifiesto que si se emitía un informe favorable en contra del criterio de los técnicos podía haber graves responsabilidades en caso de un incidente imprevisto. Por este motivo, Indústria recomendó el uso de un sistema alternativo como la excavadora que finalmente se utilizó el pasado 12 de enero.

Por su parte, Turisme aseguró que en el caso de una explosión controlada como la que se preveía, los edificios vecinos no corrían ningún peligro y que si se cambió de sistema fue sobre todo por la alarma que podía provocarse entre los residentes próximos y por acatar la decisión de Indústria.