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M. BAUÇÀ/J. ROSSELLÓ
La directiva de la federación de asociaciones de comerciantes Fetur está dividida ante la politización en la que puede caer esta patronal. De hecho, los directivos de la institución mantienen posiciones enfrentadas sobre si fue adecuada o no la personación de Fetur en la querella interpuesta meses atrás por el PP de Calvià contra la alcaldesa, Margarita Nájera, por un supuesto delito de prevaricación urbanística y revelación de secretos al conceder la licencia para ampliar el parque acuático de sa Porrassa (Western Park). En su día, el permiso fue otorgado en base a una futura modificación del planeamiento y en contra del dictamen del colegio de arquitectos. El vicepresidente de Fetur, Pepe Tirado, reconoció ayer que hay «un cierto malestar» entre algunos directivos porque la personación en la querella se produjo «sin seguir el debido protocolo». Para aclarar la situación, los doce directivos de Fetur han sido convocados a una asamblea general extraordinaria que se celebrará el próximo lunes. El único punto de la orden del día será debatir si se mantiene la personación o si bien Fetur debe retirarse del caso que instruye un juzgado de Palma.

En el fondo subyace que algunos directivos, que prefieren por ahora conservar el anonimato, se han sentido «manipulados» con fines «políticos y empresariales». En esta percepción ha tenido mucho que ver el hecho de que Luis Marín se haya integrado en la candidatura del PP como el «número tres» de la lista. Algunos de estos comerciantes aseguran que «la tensión es máxima». Luis Marín, por su parte, señaló que antes de personarse en la querella dio cuenta de esta iniciativa «en dos juntas anteriores y en una reunión informal». En cuanto a la preocupación de algunos dirigentes, agregó que «si hay malestar es porque hay muchas presiones desde el Ajuntament». Por último, el presidente de Fetur dijo que la asamblea es soberana y si decide que se deben retirar de la querella «así será, sin ningún problema».