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Un aluvión de críticas de la oposición (PSM y PSOE) contra el presupuesto de 2003 confeccionado por el actual equipo de gobierno (ALM-UM, AIPC, PP) fue la nota predominante del pleno extraordinario que se celebró ayer, causando gran nerviosismo a los miembros del pacto, pero sobre todo al regidor de Hacienda, Nicolau Gómez (PP), que se sintió «indispuesto» para responder las cuestiones que le formularon, teniendo que coger el mando, la portavoz del PP, Catalina Sureda.

Margalida Capó (PSM) criticó «la disminución de ingresos y una reducción del 50% en inversiones. No hay nuevas subvenciones ni se han buscado nuevas líneas». Por su parte, Francesc Acuñas (PSOE) se reafirmó con la intervención de Capó y calificó el presupuesto de «pre-bélico». Además puso especial énfasis sobre la regiduria de Medi Ambient, diciendo que «puede eliminarse al no disponer de ninguna partida». También la Federación de vecinos pidió que el presupuesto quedara sobre la mesa al no contar con la participación ciudadana.