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El equipo de gobierno socialista del Ajuntament de Calvià rechazó ayer en el pleno dos mociones presentadas por la oposición, una del PP y otra de UM, y mantiene su previsión de destinar 550.000 euros a la inauguración de un nuevo tramo del Passeig Calvià. Si bien las mociones no pudieron ser debatidas como tales al no ser aceptada su presentación por la vía de urgencia, tanto el portavoz del PP en materia financiera, Rafael Garau, como el concejal de UM, Isidre Canyelles, aprovecharon el turno de ruegos y preguntas para solicitar la «retirada» o «supresión» de «los fastos de inauguración del paseo». Hace un par de semanas, el Ajuntament sacó a concurso dos ofertas para contratar la fiesta inaugural y un castillo de fuegos artificiales.

Garau calificó de «depilfarro» destinar más de medio millón de euros (algo más de 90 millones de pesetas) a la inauguración del Passeig Calvià «con el único objetivo de dar una imagen de poderío y abundancia que no es real», con el agravante de que «la situación financiera del Ajuntament es crítica».

El concejal popular incluso recordó al grupo socialista que en su programa electoral de 1999 prometían no subir los impuestos y finalmente los han subido y planteó que el mismo dinero que se quiere destinar a inaugurar el paseo podría servir para dar gratuidad de uso en todos los polideportivos municipales durante un año y aún sobraría.

Por su parte, Canyelles criticó un gasto innecesario para una inauguración más del Passeig Calvià con el agravante de que el paseo aún no está completo y sólo se trata de un tramo nuevo. Al igual que el PP, UM también propuso alternativas para desviar esta partida económica y Canyelles reclamó un mejor mantenimiento de las zonas verdes, mejorar los servicios de las guarderías o construir un centro de día. Todos los argumentos de la oposición fueron rechazados por los concejales del PSOE, que aplicaron su rodillo.