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Una casa rural en el municipio de Inca acogerá a partir de los próximos días a doce personas de la comarca con enfermedades mentales graves o de larga evolución, en estancias temporales de entre un mes y tres años. Gesma, organismo dependiente de la Conselleria de Salut i Consum del Govern, se ha encargado de este proyecto con el objetivo de ofrecer a estos enfermos «un modelo comunitario de convivencia que mejore su autonomía personal y que ofrezca la posibilidad de una reinserción social», según explicó su director, Josep Carbonero.

La consellera de Salut i Consum, Aina Salom; el alcalde de Inca, Pere Rotger, y Josep Carbonero fueron los encargados de inaugurar ayer estas dependencias ubicadas en un entorno totalmente rural. Salom destacó que con unidades de salud mental como ésta y otras, como los pisos tutelados, uno de los cuales funciona en Inca, «se están repartiendo todos los enfermos mentales crónicos, que antes estaban en el Psiquiátrico de Palma en unas condiciones de vida mucho peores». La consellera agradeció al Ajuntament d'Inca y a la Asociación de enfermos mentales Es Garrover su colaboración para hacer posible esta residencia.

Los pacientes internos tendrán asistencia las 24 horas del día por parte de la plantilla, que está integrada por un psicólogo, un auxiliar de limpieza, doce monitores en diversos turnos y personal de apoyo. Las obras llevadas a cabo en la residencia, de 340 metros cuadrados, se han realizado en un plazo de ocho meses y han tenido un coste total de 239.561 euros.