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Las elecciones municipales del 25 de mayo tienen dos frentes diferentes en Porreres. UM y PP salen a disputar la mayoría, absoluta a ser posible; en cambio, PSM y PSOE aspiran a tener la llave de la gobernabilidad. De salida, UM y PSM, que han gobernado con un pacto esta legislatura, parten con la ventaja de la gestión de estos cuatro años en que el pueblo ha vivido un cambio, ha visto mejoradas sus infraestructuras y aumentado la participación ciudadana.

Respecto a las pasadas elecciones, sólo UM repite candidato, con el alcalde, Joan Sastre. UM aspira a una mayoría que en 1999 (cuatro ediles) se le resistió en favor del PP, que consiguió cinco ediles. La consecución del 90% de su programa electoral y la labor diaria de sus ediles en el Ajuntament es el «arma» de UM. En el PP, Antoni Palerm entra en el mundo de la política directamente al «número uno» sustituyendo Gabriel Barceló. Palerm es sinónimo de cambio, ya que su lista está integrada por caras nuevas, a excepción del «numero dos», Andreu Obrador. En estas circunstancias, para el PP sería un éxito repetir el resultado del 99.

El PSM, que en las pasadas elecciones consiguió dos ediles con la inclusión en su lista del histórico del PSOE Andreu Ferrà, intentará repetir resultado. Con esta intención presenta a Joana Mora, conocida por su labor en la Agrupació Cultural, la revista «Llum d'Oli» y Premsa Forana. En un cambio generacional, el PSOE presenta a Jaume Sorell, que debuta en política sustituyendo al citado Ferrà. El PSOE tiene un voto sólido en Porreres pero tanto PSM como socialistas conocerán si el pueblo votaba al partido o sin embargo apoyaba a Ferrà.