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TOMEU OBRADOR
La capital de la comarca de Llevant vivió ayer por la tarde una jornada de tristeza y dolor por la desaparición del regidor del PSM Gustau Adolf Fernández Alcázar. El fatal accidente sucedió el día anterior cuando se dirigía con su automóvil hacia Porto Cristo y acabó con su vida, a los 38 años. Hoy será incinerado.

Sobre las 18.30 horas de ayer dio inicio un pleno extraordinario en el que se guardó un minuto de silencio en su memoria, seguido de aplausos por parte de todos los asistentes. Antes, la ahora «número 1» del PSM, Margalida Capó, dio el pésame institucional a la familia del fallecido, además de reconocer su trabajo y gran valor humano.

La comitiva se dirigió después hacia la iglesia de Sant Pau, edificio que quedó muy pequeño para acoger a los centenares de allegados de Fernández.

Entre la clase política se encontraban, además de toda la Corporación local encabezada por ebatle, Antoni Pastor, los consellers del Govern en funciones Damià Pons, Pere Sampol, Mateu Morro y Miquel Rosselló y los consellers del Consell Antoni Alorda, Bernat Aguiló, y Maria Antònia Vadell.