Un payés protestó porque las obras cortaron el acceso a su finca. Foto: C.VENY

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Las obras de ejecución del desvío del torrente de sa Cabana de Manacor llegan a su recta final. El conseller de Medi Ambient, Jaume Font, en una visita in situ a las obras del torrente anunció ayer que el desvío de su cauce finalizará el próximo mes de diciembre. Paralelamente a la conclusión de este polémico proyecto que se remonta al año 1991, después de la devastadora inundación torrencial que padeció la ciudad, el conseller avanzó también que el Govern de les Illes Balears destinará unos 2'5 millones de euros a la proyección y ejecución del acondicionamiento del torrente de Manacor a su paso por el casco urbano.

El conseller se comprometió ante el alcalde Antoni Pastor y los delegados de Medio Ambiente y de Sanidad, Antoni Frau y Jaume Darder, respectivamente, a comenzar el proyecto de acondicionamiento el próximo mes de enero «con el objetivo de que antes de fin de año podamos licitarlo y comenzar las obras que tan prioritarias son para garantizar la seguridad de los vecinos de Manacor que cerca del cauce».

«Se trata de que el problema del torrente de Manacor quede completamente resuelto esta legislatura», aseguró Font, que dio tanta importancia al desvío del torrente como al acondicionamiento del cauce que atraviesa el casco urbano, porque «queda un 40 por ciento del caudal que no puede ser absorbido por el nuevo cauce y que va a parar al interior del pueblo. Las cañerías habilitadas para el agua del torrente son demasiado estrechas para poder absorber el enorme caudal». El nuevo cauce del torrente, que tiene una longitud total de 4.970 metros de longitud, comienza en la carretera de Porto Cristo y desemboca en el torrente de la antigua carretera de Bandris. El caudal máximo que podrá recoger es de 89 metros cúbicos por segundo y tiene una profundidad variable con una cota máxima de nueve metros y una mínima de 2'50 metros. Las obras comenzaron el pasado mes de noviembre de 2002.