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El alcalde de Calvià, Carlos Delgado (PP), acompañado por el primer teniente de alcalde, Isidre Cañellas (UM), afirmó ayer que «jamás se van a recalificar los terrenos del fortín de Illetes mientras yo sea alcalde». Delgado quiso salir al paso a las «declaraciones injuriosas» realizadas por el PSOE en torno a la venta de la antigua prisión por parte de la familia del alcalde.

Delgado realizó una breve historia de la finca. En 1995, una sentencia del Tribunal Supremo confirma la reversión de la finca a los propietarios. En el 98, la entonces alcaldesa Margarita Nájera entra en contacto con la familia de Delgado para manifestar el interés por la finca. En 2002, se inicia la negociación con el Govern para comprarla con dinero de la ecotasa y en marzo se firma un contrato de adquisición por el que el Ejecutivo se compromete a pagar 3.305.000 euros a la familia Truyols y 1.255.000 a Defensa. El contrato se prorroga hasta julio. El Govern anuncia que la compra se haría efectiva a finales de 2002, pero desde diciembre «nunca más se supo».

Según aseguró Delgado ayer, el 12 de junio de este año la familia recibió una carta del Ministerio de Defensa en la que notificaba que el 22 de junio caducaba el derecho de reversión, por lo que se aceleró la venta a dos personas de nacionalidad inglesa que han pagado casi 4 millones por la finca (incluida la parte de Defensa), menos de lo que le ofreció el Govern en su día.