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El juez Antonio Rotger, del Juzgado de Instrucción número 8 de Palma, tomó ayer declaración a los cuatro responsables del consejo de administración de la empresa que explotaba el hotel Galatzó, en Calvià, que el pasado verano cesó en su actividad. La denuncia la han presentado la plantilla de más de cien trabajadores que se han quedado sin empleo por el cierre del hotel.

Los empleados, defendidos por Jaime Bueno, imputan a los cuatro directivos un delito contra el derecho de los trabajadores. Entre los imputados, como miembro del consejo de administración de la empresa Costil, que explotaba el hotel, se encuentra el ex conseller de Turisme Jaume Cladera. También ha sido denunciado su hijo, el apoderado y el administrador de la citada sociedad. Los trabajadores afirman que aceptaron una regulación de empleo y cobrar el subsidio, porque los directivos les dijeron que cerrarían el hotel unos meses para realizar unas reformas. Sin embargo, cuando comenzó la temporada el hotel no reanudó la actividad y se quedaron sin empleo. Los trabajadores protagonizaron varios actos de protesta y llevan más de un año sin cobrar.

Los cuatro directivos, defendidos por Rafael Perera, sostuvieron ayer ante el juez que habían decidido abandonar la explotación porque la empresa alemana propietaria del complejo hotelero no cumplió las promesas de modernizar las instalaciones, tal como exigía la ley. Los directivos mantuvieron que intentaron que la propiedad conservara los puestos de trabajo.