Los primeros recibos de la tasa de recogida de basuras por los que
se aplica la nueva ordenanza aprobada en diciembre de 2002 cuando
gobernaban PSOE, UM y PSM en pacto, ya están llegando a los
restauradores que protestan al comprobar que su importe se triplica
en algunos casos. El regidor de Hacienda, Tomeu Cifre (PP) se lava
las manos sobre la aplicación de una normativa que viene del
gobierno anterior. «Nosotros nos hemos limitado a aplicarla aunque
la consideramos injusta y de hecho en su día el PP votó en contra
de su aprobación, pero no podemos hacer nada salvo modificarla en
un futuro».
La versión que ofrece la anterior regidora de Hacienda,
Margalida Melià (PSOE) es distinta. Asegura que el incremento en
los recibos «responde a un error de Tomeu Cifre que ha pecado de
novato al modificar el padrón de plazas de restaurantes en el que
se basó el estudio que sirvió para aprobar la normativa», un error
que niega el aludido.
Melià dice: «La ley marca que la prestación de un servicio por
parte del Ajuntament no puede exceder al coste real del mismo que
según un estudio previo a la normativa es de 378.524 euros y que
contempla repercutir ese dinero sobre 13.840 plazas (sillas) a
razón de 27,35 euros por plaza». «Tomeu Cifre contó de nuevo las
sillas y rectificó el padrón de plazas sin pasar por pleno y
continúa cobrando 27,35 euros por plaza en lugar de dividir el
coste total del servicio entre el nuevo padrón, un doble error»,
opina Melià.
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