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El proyecto de la clínica de los Banys de Sant Joan de la Font Santa llegará a la Comisión Europea. Así lo anunciaron ayer Antoni Muñoz y Miquel Àngel March, miembros del GOB. Los ecologistas no aceptan una obra que afecta «cerca de 70.000 m». Muñoz y March detallaron que en la zona en cuestión (de es Trenc-Salobrar) se ven implicadas las figuras de protección ambiental Anei, Zepa y Lic.

A su vez, el GOB rechaza la enmienda que PP y UM realizan a la ley de acompañamiento de los presupuestos, que de aprobarse finalmente otorgaría luz verde al proyecto, dedicando los terrenos pegados al balneario a usos asistenciales, sanitarios y de alojamiento. En la misma enmienda de PP y UM, se apunta que «las nuevas edificaciones que se realizarán no superarán los ocho metros de altura y las dos plantas». Muñoz, por su parte, reprochó que la edificación «impactaría de lleno en una zona húmeda, suponiendo degradación en un área de alto valor natural, con una fragilidad ambiental importante».

Los propietarios del único balneario de Balears advirtieron en su momento que así como están ahora no pueden aguantar mucho más tiempo. El complejo actual (con capacidad para 36 personas) necesita una adecuación. El dueño habló ayer mismo también con March y Muñoz. Una vez más reiteró que el proyecto es sanitario, «por el bien de la salud de las personas». La clínica podría acoger 300 personas, dando trabajo a otras 200. La inversión y gestión correría a cargo de alemanes, dispuestos a desembolsar unos 6.000 millones de las antiguas pesetas.