Los vecinos han mostrado su preocupación por la drástica transformación que supone la polémica autovía. Foto: T.O.

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«En todos los años que hace que estoy en política nunca había visto un proyecto tan agresivo y aberrante en Mallorca». Esta es la opinión del alcalde de Petra, Joan Font, del PSM, que recibió el proyecto de autovía Inca-Manacor la semana pasada y ya lo ha analizado en profundidad. «Existe la impresión de que el Govern prima según que intereses particulares por sobre el beneficio general». En este sentido, Font dijo: «Como curiosidad la gasolinera de la cual tiene parte el alcalde de Ariany y conseller d'Obres Públiques del Consell, Antoni Pascual. No la tocan pero sí una vivienda situada justo delante, que la arrasan».

Ebatle petrer prosiguió que la polémica acometida viaria «destruye una cantidad de territorio bestial. El impacto ambiental es brutal. No se aprovecha el trazado actual prácticamente en ningún momento. Incluso parece ser que se sale de la zona afectada de la modificación del Pla de Carreteres aprobado por el Consell, y por este motivo los servicios jurídicos del Ajuntament estudian la posibilidad de que se recurra el proyecto». Font detalló que la nueva vía arrasa directamente dos viviendas y afecta una decena indirectamente. Asimismo se ven perjudicadas otras diez empresas, un considerable número de casetes d'eines y una quincena de almacenes agrícolas. «Nos podemos olvidar del espíritu del Pla, y de su identidad propia», lamentó el nacionalista.

Otro aspecto del proyecto de autovía que el primer edil criticó duramente es el que prevé un «macropuente de un mínimo de seis metros abajo del cementerio». Por otra parte mostró su temor por los problemas e inconvenientes que se provocan con el tema de los accesos, siendo en determinados casos «un trayecto complicadísimo». «Es, en conjunto, una transformación que no puede permitir. Del todo incoherente». Además del PSM, UM de Petra también está en contra del polémico proyecto.