Las obras de mejora de la carretera Inca-Llubí (PM-344) acabarán a
finales de este año. De momento, las máquinas trabajan a buen ritmo
y ya se han realizado una serie de actuaciones en los diferentes
tramos de la vía que se encuentran en malas condiciones. La única
intervención que se ha retrasado es la ampliación del puente que
pasa por el Torrent Almadrà, a causa del mal tiempo. En este puente
se dará una mayor amplitud a los carriles de circulación.
La mejora de la carretera es una actuación muy necesaria
teniendo en cuenta que el grado de siniestralidad de esta
carretera, que une Inca con Muro, Santa Margalida, Llubí y Can
Picafort, es muy elevado.
La actuación que ahora lleva a cabo el Consell consiste en la
ampliación de la calzada y una mejora del trazado actual que ha
obligado a los técnicos a cortar un millar de árboles, de los que
200 serán trasplantados y 800 se replantarán de nuevo. De esta
manera, según el Consell, se intenta evitar el mayor impacto
ambiental posible. En el Pla del Rasquell, donde hay un importante
encinar, ya se han derribado algunos árboles. Uno de los puntos
negros donde el Consell tiene previsto actuar es en la bifurcación
de la carretera de Muro y el Camí Vell de Muro, donde se construirá
una rotonda.
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