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Las obras de construcción de la variante sur de Inca, que supondrán la prolongación en 5,5 kilómetros de la actual autopista entre Palma e Inca, comenzaron ayer mismo con la ocupación de terrenos en una zona situada junto a la carretera de Sineu. Coincidiendo con el inicio de las obras, la consellera d'Obres Públiques, Mabel Cabrer, y el director general, Carlos Jover, presentaron ayer en Inca junto al alcalde, Pere Rotger, las principales características del proyecto, que será financiado a través del convenio de Carreteras firmado entre el Ministerio de Fomento y el Govern.

El total de terrenos expropiados alcanza las 60 hectáreas y han sido afectadas 214 fincas. El Govern pagará casi 10 millones de euros entre expropiaciones e indemnizaciones. El proyecto prevé cuatro pasos superiores (por encima de la carretera de Sencelles, la línea del ferrocarril, la carretera de Llubí, y el camino al Puig de Santa Magdalena) y tres enlaces (en la primera entrada a Inca, con la autovía a Manacor y el Hospital Comarcal, y con la futura autopista hasta sa Pobla)

La construcción de la variante sur supone la supresión de la actual travesía urbana que pasa por Inca y con ello, sacar del casco urbano entre 25.000 y 30.000 vehículos diarios que lo atraviesan en dirección a Alcúdia. Carlos Jover explicó que durante el verano se registrarán puntas de 40.000 vehículos diarios. Las obras que comenzaron ayer mismo tienen un periodo de ejecución de 16 meses y han sido adjudicadas a la UTE, formada por las empresas FCC, Llabrés Feliu y COEXA, con un presupuesto de 24.976.614 euros.