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E.BALLESTERO
El mitin de Progressistes per les Illes Balears prohibido hace dos días por la Junta Electoral de zona a instancias del Ajuntament de Costitx y que tenía que celebrarse ayer a las 12 horas en la plaza, se transformó finalmente en un alegato por la libertad de expresión y la democracia. No hubo pancartas ni altavoces que mostraran consignas políticas para evitar así una posible inhabilitación de la candidatura, explicó el coordinador de campaña, Joan Antoni Salas.

Hasta la plaza se desplazaron líderes políticos de EU, Els Verds y PSM, entre ellos Cecili Buele, Josep Valero, Pere Sampol, Mateu Morro y Miquel Àngel Llauger que leyó un manifiesto reivindicativo del uso de la palabra. «Asistimos preocupados a una escalada de multas y de prohibiciones, que es la escalada de la negación de la democracia. Lo denunciamos desde aquí, desde el ágora, desde donde proclamamos, con serenidad y firmeza, que no nos callarán porque no somos gente fácil de callar», dijo.

Los Progressistes recurrieron el sábado ante el juzgado de guardia de Inca la prohibición de celebrar el mitin impuesta por la Junta Electoral de zona alegando que la junta solo tiene competencias sobre los locales que le ceden los ayuntamientos para realizar mítines pero no sobre los espacios públicos. Los Progressistes esperaban una respuesta del juzgado que autorizara el mitin previsto para ayer pero a las 12 horas de ayer aún no se había pronunciado.