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El pleno del Ajuntament de Alcúdia aprobó ayer de manera provisional el Plan Especial de Protección y Rehabilitación del centro histórico (PEPRI) después de resolver las alegaciones presentadas. Esta aprobación permite poner fin a la suspensión cautelar de la concesión de licencias de apertura de bares y usos comerciales en el casco antiguo, que se adoptó en enero de 2003 con motivo de la aprobación inicial.

El pleno decidió también dejar sobre la mesa la imposición de las contribuciones especiales a los vecinos del Camí de Ca'n Blau y las calles adyacentes por las obras de dotación de servicios, después de que a petición del PP se decidiera cambiar el criterio de aplicación de las contribuciones. En principio estaba previsto que los pagos que deben hacer los afectados se regulara según el volumen de la vivienda, sin embargo el PP propuso aplicarlo según la superficie «ya que de esta manera se benefician más vecinos».

El próximo paso según explicó ayer el regidor de Urbanismo, Josep Melià, es enviar toda la documentación al Consell de Mallorca, «que incluye las resoluciones de todas las alegaciones, así como las rectificaciones sobre las deficiencias detectadas en el informe que realizó la Comisión de Patrimonio del CIM», para que de el visto bueno y poder aprobarlo definitivamente.