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La Fira de Santa Margalida atrajo ayer a buena parte de los vecinos y turistas que se alojan en la zona norte de nuestra isla. Desde primera hora de la mañana, vecinos, visitantes y curiosos fueron llegando hasta la Vila para recorrer los principales puestos, exposiciones y muestras repartidas por muchas de sus calles. Las obras en la carretera de acceso a la localidad desde Inca en el tramo Inca Llubí e Inca-Santa Margalida, no impidieron que los aficionados a las ferias de primavera llegaran desde Inca o Palma hasta la Vila. Las rutas alternativas desde Sineu o Muro salvaron los atascos.

Como ya es tradicional las exposiciones de vehículos, bien deportivos, turismos, tractores o auténticas antigüedades (también motocicletas) y el recinto de animales fueron los que centraron la mayor atención de los visitantes. Son muchos los amantes del motor que tienen por costumbre asistir a este evento que, junto con la Fira de Muro, es quizás la que más espacio dedica a los vehículos.

Como principal novedad, el edificio de la Escola Vella acogió una exposición de asociaciones del municipio que incluía distintas muestras artesanales. En la carpa habilitada para las misas mientras duren las obras de reforma en la iglesia, se ubicaron como el año pasado los comerciantes de Santa Margalida y entre ellos se situó el stand del Grup Serra.