TW
0

MARIA VAQUEZ/C.R.G.
Aunque el acceso a Sóller por la noche ya está abierto, continúan las retenciones, en ocasiones de más de media hora, en la carretera C-711 debido a las obras del trasvase de sa Costera. Los atascos están creando una fuerte tensión entre los conductores, que se ven inmersos en las retenciones justo en el horario laboral. Las obras de canalización de la tubería de sa Costera obligaron a cerrar la carretera Palma-Sóller del 28 de marzo al 2 de abril, de las 23 horas de la noche a las 6,30 de la mañana.

Durante esos días, los conductores de Sóller que querían desplazarse a Palma durante la noche debían hacerlo por la carretera de Deià y Valldemossa o por la carretera de Lluc a Inca, lo que generó múltiples protestas de los vecinos. Ahora, la carretera ya no esta cortada, pero las molestias son inmensas. Según los operarios, las obras van a buen ritmo, pero lo cierto es que en que vísperas de Semana Santa el tráfico rodado se está viendo muy afectado por las obras. Muchos turistas deciden viajar al Valle por carretera.

De hecho, son numerosos los autocares que se desplazan al puerto para recoger los pasajeros de las embarcaciones de recreo que llevan a los turistas hasta sa Calobra y Cala Tuent. Pero los más perjudicados sin lugar a dudas son los propios sollerics que tienen que esperar largas colas para traslados de poco más de 200 metros. Además, la carretera está más degradada cada día por el tránsito constante de los camiones de gran tonelaje y por las máquinas que desplazan las grandes tuberías del trasvase.