El público aplaudió a la banda, que no tocó el himno.Fotos: CURRO VIERA

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La Iglesia se impuso sobre la voluntad de la autoridad política de Felanitx. Ayer por la mañana, durante la procesión del Encuentro, mientras la imagen de la Virgen María venera a su Hijo resucitado, sonó con más decibelios que nunca el 'Aleluya' de Haendel. De esta forma, quedó resuelto el polémico enfrentamiento abierto entre la alcaldesa de Felanitx, Catalina Soler, y el rector de la parroquia de Sant Miquel, Llorenç Lladó, sobre la recuperación del himno español para el Encuentro del domingo de Pascua.

Tal y como ya había anunciado, la banda de música enmudeció en el momento del encuentro entre Jesús y María y los potentes altavoces alquilados por el rector se oyeron más allá de la plaza de Santa Margalida y de una escalinata de Sant Miquel abarrotada de público. El silencio de la banda de música en el momento que sonó el 'Aleluya' por los altavoces instalados en la fachada del templo, fue contestada con un masivo aplauso por parte del público y , en especial, por la propia alcaldesa Soler, que presenció la procesión desde lo alto de la escalinata. Cabe recordar que Soler envió una carta a la banda de música para instarla a no tocar en caso que el rector pusiera los altavoces. Así fue como la banda decidió quedarse al margen de toda polémica.

No obstante, las voces más críticas con la negativa del rector a recuperar el himno español propuesto por la alcaldesa Soler, ayer no enmudecieron. Centenares de octavillas lanzadas en medio de las calles principales de Felanitx, emitieron una campaña contra el recto Llorenç Lladó, tachándolo de «persona non grata». En las papeletas se podía leer: «Cinco cosas por las cuales el rector es persona non grata: porque rompe tradiciones de hace 150 años, tan sólo va a programas de televisión, no escucha al pueblo de Felanitx, es un prepotente y no ama al pueblo». Y finalizaban con una exclamación: «Si amas el pueblo, ¡huye!».