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C.V./J.M.S/A.B.
Cientos de vecinos de Algaida, Montuïri, Petra, Sant Joan y Vilafranca aprovecharon el día soleado de ayer para celebrar las tradicionales romerías y ascender a pie hasta los santuarios para compartir un día en familia y saborear las últimas empanadas y robiols. Los algaidins subieron en romería hasta el santuario de Castellitx; los montuïrers hasta la ermita del Puig de Sant Miquel, mientras que petrers, vilafranquers y santjoaners continuaron la tradición de ascender hasta el santuario de Bonany. Una vez llegaron a la cima, los romeros adoraron la imagen sagrada de la Virgen, asistieron a misa y después almorzaron en compañía. Las romerías finalizaron con balls de bot, juegos infantiles o simples tertulias entre amigos.

Los vecinos de Algaida fueron en romería hasta Castellitx y una vez allí, se celebró una misa oficiada por el párroco Joan Rosselló. Mientras, en el exterior los romeros se divirtieron organizando juegos populares. Los quintos montaron un punto de venta de coca y refrescos para recaudar fondos para sus actividades. El Ajuntament también organizó una parada con las ediciones de los premios Castellitx 2004.

En Sant Miquel de Montuïri, la banda de música interpretó algunas piezas de baile payés que invitaron a decenas de personas a bailar al ritmo de jotas, fandangos o copeos. Mayores y niños se unieron al baile popular. Aunque las panades fueron el menú mayoritario, no faltaron las paellas y algunos restos de freixura de Pascua. Las paradas con refrescos sirvieron para el avituallamiento de los peregrinos. Por su parte, los vecinos de Petra, Vilafranca y Sant Joan protagonizaron una jornada de hermandad en el santuario de Bonany. Después de la romería, los peregrinos asistieron a la tradional misa y adoraron a la Virgen.