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C. VENY/M. PUIGRÓS
Neumáticos, baterías de embarcaciones, dos embarcaciones pequeñas, latas, cristales, botellas, plásticos, redes de barcos y hasta un cargador de baterías. Esto fue el conjunto de material lanzado al mar que ayer una expedición de voluntarios sacaron del fondo marino del litoral de Cala Figuera, en el municipio de Santanyí. Y es que un equipo integrado por más de treinta personas barrieron en la mañana de ayer, desde las 10:00 hasta las 12:00 horas, el fondo marino del puerto de Cala Figuera. El equipo estuvo integrado por 12 miembros de la Associació de Voluntaris sense Fronteres, de Calvià, así como por 10 buceadores del Club Albatros y otros que colaboraron en la expedición de limpieza desde la tierra.

Los voluntarios lograron sacar del fondo marino hasta una tonelada y media de material de deshecho que es lanzado al mar desde embarcaciones particulares, hasta por personas que se hospedan en uno de los hoteles más importantes de la zona. Después de batir el litoral desde el final del muelle hasta el límite del faro, los voluntarios y buzos depositaron toda la basura dentro de dos enormes contenedores. Uno de los hallazgos más espectaculares fue restos de dos pequeñas embarcaciones y un cargador de baterías de coches.

Los miembros de la expedición se sumergieron a una profundidad de hasta 24 metros bajo el nivel del mar y desde allí sacaron, sobretodo, ruedas de coche, cuerdas de barcos y muchas latas de refresco. «Si hubiéramos estado más tiempo en el mar, habríamos sacado hasta 40 toneladas de basura. Es por esto que la limpieza debe extenderse durante más días», explicó el presidente de la asociación de voluntarios, Antonio Palazón. La limpieza de Cala Figuera es la primera actuación que realiza la asociación de voluntarios, que también quiere dedicarse a la limpieza de bosques y playas y a otras actividades altruistas.