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L. PLANAS/C. MORENO
El equipo de gobierno de Inca mantendrá el trazado previsto para la ronda norte en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), a pesar de las recientes reivindicaciones de vecinos, asociaciones y grupos de la oposición. El alcalde Pere Rotger y el teniente de alcalde responsable de Urbanismo, Bartomeu Seguí, defendieron ayer las características de este trazado previsto desde el año 1987, principalmente porque permitirá mantener el modelo de crecimiento que propone el gobierno municipal y porque las características técnicas de esta vía no implicarán fuertes impactos ambientales, según explicaron.

Seguí afirmó que el trazado previsto delimitará unas zonas para el crecimiento urbanístico de entre 10 y 12 hectáreas que considera suficientes, y que de alejarse más el trazado del casco urbano, «se crearía una zona de nadie». Sobre las protestas por una excesiva proximidad a zonas residenciales, el responsable de Urbanismo explicó que la ronda tan sólo tendrá un carril en cada sentido, con una amplitud máxima total de 25 metros y que habrá un vial de servicio y un paseo peatonal que separará la ronda de las zonas residenciales.

Por su parte, el alcalde criticó a los grupos del PSOE y PSM por haberse adherido a las reivindicaciones de la plataforma Ronda Nord. «Es una incoherencia que pidan en Inca lo que critican en Palma sobre el segundo cinturón. Si desplazamos el trazado más lejos del casco urbano provocaremos más crecimiento urbanístico y más destrucción de territorio», afirmó Rotger, y les achacó que «no han propuesto alternativas».