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La construcción de la ronda norte, la realización de un plan «a la carta» y la falta de consenso centraron los argumentos de los partidos de la oposición en el Ajuntament d'Inca que votaron en contra de la revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), aprobado en solitario por el equipo de gobierno. El regidor del PSM Antoni Rodríguez destacó que la revisión del PGOU que propone el PP «da soluciones a particulares». Como ejemplos destacó «el beneficio económico que supone para los propietarios de los terrenos que ocupaba la empresa Yanko o los terrenos de las industrias Mainca o Ifogas, el cambio de uso que según la revisión del plan pasan de suelo rústico a suelo industrial». Criticó que aunque el plan recoge la obligación de los propietarios de ceder al Ajuntament el 10% del aprovechamiento del solar, «no se especifica si este 10% será económico o si será de terrenos». Tal y como lo recoge el plan es una manera de dar «carta blanca para que se pueda especular».

El portavoz del PSOE, Xavier Ramis, destacó que la revisión del plan viene marcada por «la improvisación, con modificaciones de última hora y con una gran falta de visión de futuro por parte del PP que piensa «que Inca termina cuando finalice su legislatura».

El alcalde, Pere Rotger, insistió en la necesidad urgente de aprobar el plan para que se puedan ejecutar proyectos como viviendas sociales o una nueva escuela e instó a la oposición a que no «se obsesione» con la ronda norte porque todavía no hay ni financiación, y aclaró que será un vial urbano.