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El municipio de Son Servera rindió ayer un pequeño y sentido homenaje a los donantes de sangre. La celebración se inició con la inauguración a las 19.30 horas de una plaza en la Costa dels Pins donde se destapó un monumento dedicado a los donantes de sangre de Mallorca, una gran piedra con una placa que fue bendecida por el párroco, Pedro Pou.

Asistieron al acto las autoridades municipales, el alcalde de Son Servera, Damià Ripoll, la consellera de Salut, Aina Castillo, la directora de Consum, Manuela Messeguer, el director general de evaluación y acreditación, Jaume Orfila junto con el presidente de la hermandad, Llorenç Vallori y el gerente, Víctor Gistau.

«Esta es mi primera placa que descubro como Consellera. Quiero dar la enhorabuena al municipio de Son Servera por la solidaridad desinteresada que ha demostrado», dijo Castillo. El acto continuó en Ses escoles Velles que congregó a mucha gente y en el que se hizo entrega de 49 insignias, 36 de 10 donaciones y 13 de 25 donaciones. Como fin de fiesta se contó con la actuación de la Banda de Música de Son Servera i de sa revetlla.