Como si de un gran mercado del lunes se tratara, la séptima feria
de septiembre en las Avingudes de Manacor ofreció a los más de
20.000 visitantes una gran variedad de productos a cada cual más
diferente. Objetos artesanos, barro cocido, juguetes para los más
pequeños, tenderetes con comida, animales exóticos, plantas y
muestras de mundillo se mezclaron ayer a lo largo de los tres
kilómetros que ocupó dicha feria que año tras año consigue convocar
a un mayor número de personas.
En las Avingudes también hubo lugar para muestra de coches y
maquinaria industrial, aún así la representación de estos dos
sectores fue notablemente inferior que en la feria de primavera de
la localidad. Pocos eran ayer los que abandonaban la feria con las
manos vacías. Las Avingudes de Manacor fueron durante toda la
mañana un mar de gente. Fue al mediodía cuando la feria llegó a su
máximo nivel de asistencia. Poco a poco los visitantes iban
disminuyendo a medida que aumentaban las temperaturas. Durante toda
la tarde de ayer domingo aún se podían visitar los 110 tenderetes
que se instalaron en la Avinguda.
Autoridades del Ajuntament con el alcalde Antoni Pastor a la
cabeza se pasearon por la feria interesándose por los productos
expuestos. Destacó la notable ausencia de autoridades insulares ya
que el único en acompañar a los regidores del Consistorio fue el
Director General de Agricultura, Gaspar Oliver.
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