El equipo de gobierno del Ajuntament de Sóller aprobó, durante la
sesión plenaria de ayer, la construcción de la urbanización en la
zona de Muleta, con los votos en contra de la oposición.
Este fue el punto más importante de una sesión plenaria donde se
generó mucha tensión y subidas de tono al producirse distintos
enfrentamientos dialécticos entre las diferentes formaciones
políticas provocadas por la aprobación de la edificación de la
zona.
El portavoz de EU, Onofre Bisbal, fue una de las voces más
críticas en contra de la información, instando al alcalde que «se
retire la urbanización y se busque cualquier solución para
conservar la zona». El alcalde de Sóller, Carlos Simarro, explicó a
la oposición y a los asistentes al pleno que «es un tema que viene
de atrás, de hace más de 20 años y no se puede hacer nada para
evitarlo, el pueblo no puede realizar una compra de esta
envergadura para evitar la construcción».
La firma del convenio con la promotora Kuhn Partner estipula que
la empresa se compromete a dar a la urbanización la infraestructura
y un aval de unos 90.000 euros para garantizarlo, de no cumplir con
la creación de las infraestructuras no se le concederá la licencia
de obras. La urbanización tendrá 33 chalets de lujo y que no
superará dos plantas de altura. Inicialmente el Plan General de
Urbanismo tenía previstos 79 chalets.
Al pleno acudió numeroso público, entre los que se encontraban
representantes de ascociaciones vecinales y del GOB, que
desplegaron pancartas en protesta a la construcción en Muleta.
Por su parte, el alcalde Carlos Simarro indicó que «es una
herencia que viene de atrás y no tenemos poder para desclasificarlo
y si no lo aprobáramos lo hará el Consell, no tenemos presupuesto
para detenerlo».
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