El equipo de gobierno del Ajuntament de Santa Margalida (Partit
Popular-Can Picafort Unit) quiso ayer hacer piña para zanjar la
polémica surgida después de que el PSOE haya ofrecido sus votos
para propiciar una moción de censura en el municipio que excluya
del equipo de gobierno al alcalde Antoni del Olmo y al alcalde
pedáneo de Can Picafort, Miquel Ordinas.
El alcalde Del Olmo, Ordinas y sus respectivos concejales
comparecieron ayer todos a una en una rueda de prensa de urgencia
convocada por el alcalde, Antoni del Olmo. Allí, uno a uno fueron
confirmando que el equipo está perfectamente «coordinado» y que se
sienten «a gusto». «Sólo tienen que confesar quienes han pecado»,
dijo el concejal Joan Ferragut (PP) y en la sala no «confesó»
nadie.
Así, los cuatro concejales populares y los tres de CPU
aprovecharon la ocasión para arremeter contra el socialista Miquel
Cifre, de quien dicen que «sólo quiere enfrentar a este equipo de
gobierno, crear crispación y no lo va a conseguir». El portavoz del
PSOE, Miquel Cifre, quiso también ayer aclarar respecto a las
acusaciones que le han hecho de «ansias de poder» que «PP y CPU no
han entendido mi mensaje. Yo no quiero la silla de alcalde, sino un
cambio de gobierno y estamos dispuestos a apoyar al candidato que
lo propicie; incluso si dicho candidato pidiera para ello mi
renuncia estaría dispuesto a marcharme», dijo.
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