El cierre provisional desde el pasado lunes de la piscina cubierta
municipal de Inca por las deficiencias que presenta, cuando fue
inaugurada hace tres meses, ha puesto una vez más de manifiesto los
problemas, retrasos, defectos y desfases presupuestarios que se
producen en prácticamente todos los grandes proyectos que se
ejecutan en Inca en los últimos años.
El proyecto de la piscina cubierta es un ejemplo claro de esta
situación. Se inauguró en septiembre con un año y medio de retraso
sobre el plazo previsto y con un desfase presupuestario que llegó a
una tercera parte de lo previsto inicialmente. Ahora se ha tenido
que cerrar por deficiencias en el sistema de calefacción y la
conducción de agua.
La construcción de la Plaça Mallorca, sobre dos plantas de
aparcamientos subterráneos, costó dos años más de lo previsto. Sin
que haya sido inaugurada aún oficialmente, los aparcamientos
presentan goteras y el material del exterior se encuentra
deteriorado tras un año. La empresa de los aparcamientos abrió sin
contar con licencia municipal y cobrando unas tarifas de forma
ilegal, puesto que no las había aprobado el pleno del
ayuntamiento.
Otro ejemplo de los problemas de ejecución de obras es el nuevo
cuartel de la Policía Local, que estando previsto que abriese el
pasado mes de septiembre, no estará listo hasta el próximo
verano.
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