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Varios casos recientes de cáncer detectados en los alrededores de dos antenas de telefonía móvil ubicadas en la calle Pare Jaume Rosselló de Vilafranca han disparado la alarma de los vecinos de la zona que han decidido iniciar una campaña de recogida de firmas para conseguir la eliminación de los aparatos.

En poco más de dos semanas ya han logrado reunir más de trescientas firmas y la campaña sigue adelante. Los vecinos afectados piden el desmantelamiento inmediato de las antenas de telefonía móvil y la denegación de permiso para la instalación de más aparatos semejantes en el casco urbano.

El Ajuntament mantiene una opinión similar a los vecinos. El alcalde de Vilafranca, Jaume Sansó, explicó ayer que «el Ajuntament tiene en marcha la aprobación de las Normas Subsidiarias, y éstas incluirán una ordenanza municipal que establecerá que todas estas antenas deben ubicarse en un mismo lugar elegido expresamente por el Consistorio y que se encuentra fuera del casco urbano para afectar lo menos posible a los vecinos del pueblo».

En la finca particular de la calle Pare Jaume Rosselló se encuentran instaladas las dos antenas de dos empresas diferentes, ambas cuentan con un expediente abierto por parte del Ajuntament por no tener los permisos pertinentes. Así las cosas, una de las dos empresas ingresó hace dos semanas escasas los 7.900 euros correspondientes a la sanción del Ajuntament.

De hecho, de los dos aparatos sólo uno cuenta con licencia de obra y ninguna de las dos tiene la licencia de actividad.

Los vecinos de la zona, alarmados por los numerosos casos de cáncer y tumores cerebrales que afectan a la población en los últimos tiempos han decidido iniciar la campaña por su cuenta y riesgo. «Nos amparamos en la estadística ya que está comprobado que los casos de enfermedad han proliferado desde que la antena está instalada en el casco urbano. Es un riesgo que nos han impuesto», señala uno de los afectados.