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P. AGUILÓ MORA/A. TOMÀS
El Ajuntament de Llucmajor aprobó ayer en sesión plenaria y con la anuencia de todas las formaciones políticas representadas en el cónclave municipal (PP, PSOE, PSM y ASI) la contratación por procedimiento abierto, del alquiler de una finca rústica donde el Consistorio emplazará una escuela de educación mediambiental y de caza. El concejal responsable del área de Agricultura y Medio Ambiente, Sebastià Artigues, explicó que la contratación por diez años del alquiler de los terrenos donde se ubicará el centro educativo se efectuará mediante la convocatoria de un concurso público al que podrán concurrir todos los propietarios de fincas rústicas llucmajoreras que estén interesados en arrendar sus tierras al Ajuntament.

Artigues también manifestó ante el pleno que el terreno que finalmente sea seleccionado para ejecutar en él el proyecto medioambiental deberá reunir como condición sine qua non una serie de exigencias relativas a la superficie, flora, ubicación, recursos hídricos, etc. De esta manera, la finca en cuestión deberá medir, al menos, 40 hectáreas y un 30 por ciento de su extensión deberá estar poblada de pinos.

En cuanto a las actividades que se desarrollarán en la futura finca-escuela, el edil de Agricultura y Medio Ambiente hizo referencia a itinerarios para escolares, cursos sobre cinegética, tareas de reforestación, plantación de árboles frutales, cultivo de cereales, cría de razas autóctonas, etc. Desde las filas de la oposición, tanto Antoni Garcías (PSOE) como Maria Lluïssa Mascaró (PSM) tildaron la iniciativa municipal de la escuela de «interesante», aunque advirtieron que la ejecución del proyecto supondrá un «importante gasto» para un Ajuntament que «no va sobrado de dinero».