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El último derrumbe de un inmueble en estado ruinoso de la calle Joan Prohens, que limita con la céntrica plaza de la rectoría de Manacor, evidencia una vez más la degradación y el mal estado que padecen un buen número de edificios y antiguas construcciones del centro histórico de Manacor. De hecho, el departamento de Urbanismo del Ajuntament estima que uno de cada cinco viviendas del centro presenta alguna deficiencia. Muchos de estos edificios están deshabitados.

El Ajuntament ha anunciado que ejercerá un control sobre estos inmuebles para evitar posibles daños personales y garantizar la seguridad ciudadana. A pesar de que son los mismos propietarios de los inmuebles los que han de mantener los viejos edificios, últimamente el Ajuntament se ha visto obligado a intervenir. En el último caso de derrumbe que sucedió el pasado domingo ha hecho que el Ajuntamnet ordenara a la propiedad la demolición total del edificio.

«Esta semana hemos decretado la ruina inminente del inmueble de la calle Joan Prohens y se enviará la orden de demolición a la propiedad», ha explicado la delegada de Obras del Ajuntament de Manacor, Isabel Febrer. Por todo ello, Febrer ha expresado su «voluntad de inspeccionar los edificios que tienen una antigüedad superior de entre los 20 y 25 años». Ahora el departamento de Urbanismo ejercerá un control y un seguimiento sobre el estado de todas las viviendas.