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PEDRO AGUILÓ MORA
La nueva ordenanza reguladora de la limpieza viaria, recogida y tratamiento de los residuos sólidos urbanos aprobada anteayer en el pleno del Ajuntament de Llucmajor primará el reciclaje y se mostrará implacable con los vertidos ilegales mediante la imposición de sanciones pecuniarias que podrán llegar alcanzar los 3.000 euros. Con la nueva ordenanza el Consistorio llucmajorer pretende contribuir a la protección del medio ambiente mediante la coordinación de la política de residuos con las políticas económica, industrial y territorial, con el objeto de reducir la producción de basura y dar prioridad a la reutilización, al reciclado y a la recogida selectiva.

Aunque la normativa estipula que la competencia de la limpieza de las vías, caminos, aceras, arcenes, calzadas, parques, jardines, zonas verdes y demás espacios libres públicos del municipio debe recaer sobre la empresa municipal Llemsa, la ordenanza potencia y fomenta la cooperación ciudadana a la hora de velar por la pulcritud del municipio. De esta manera, queda totalmente prohibido sacudir alfombras, ropas y enseres domésticos desde balcones, el derramamiento o goteo de líquidos sobre la vía pública producido por el riego de plantas, el baldeo de terrazas y balcones, o los desagües de aparatos de refrigeración, ventilación o de aire acondicionado.

Por otra parte, la nueva normativa se mostrará implacable frente a los casos de vertido o abandono de vertidos y desperdicios de cualquier naturaleza, proporción o cantidad, en las playas, en las zonas costeras o en el mar. También serán multadas todas aquellas personas que sean sorprendidas haciendo pintadas o grafitis, y aquellas que se dediquen a arrancar carteles, anuncios o pancartas.