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La planta depuradora de Pollença funciona desde ayer a un 90 por ciento de rendimiento después de la entrada en funcionamiento de la segunda fase de las obras de ampliación de la Edar, inauguradas oficialmente ayer por el conseller de Medi Ambient del Govern balear, Jaume Font. Aunque la depuradora no funcionará a un 100 por cien hasta el verano de 2006, la entrada en funcionamiento de la segunda fase de las obras pone fin a los graves problemas de vertidos de aguas sucias al torrente de Sant Jordi, problemas que se habían agudizado en los últimos días durante el proceso de conexión del nuevo sistema.

El conseller Jaume Font, se mostró radiante al apretar el botón que posibilita la entrada en funcionamiento del nuevo sistema de depuración un proceso que pone fin «a la situación más crítica de Baleares por lo que se refiere a la depuración de aguas sucias», según explicó el conseller. «El año pasado con la entrada en funcionamiento de la segunda fase conseguimos un 60 por ciento de rendimiento y este año un 90 por ciento, el agua tiene un tratamiento correcto, pero no nos basta, queremos un tratamiento terciario que estará acabado el verano que viene», dijo el conseller Font.

Desde que comenzaran las obras de ampliación de la depuradora de Pollença el Govern balear ha invertido más de cinco millones de euros en el proyecto, un presupuesto al que se sumarán 3 millones de euros más de aquí al verano de 2006. Precisamente el compromiso económico adquirido por Jaume Matas para poner fin a los problemas de la depuradora fue definitivo en el año 2003 para decidir al alcalde de Pollença Joan Cerdà (UM) a suscribir el pacto poselectoral que propició el gobierno UM-PP.