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Los vermadors y vermadores de este año, Maria Llompart, Joana Maria Hernández, Maria Dolors Moyà, David Jimeno y Carlos Fitor, ya están preparados para comenzar sus tareas como representantes del pueblo de Binissalem en los distintos actos que completan las populares y cercanas fiestas del Vermar que se celebran a finales del mes de septiembre en el municipio.

Estas tres chicas y dos chicos, de dieciséis años y empadronados en Binissalem, requisitos indispensables para poder ser vermadors y vermadores del año, fueron escogidos por votación popular el pasado sábado por la noche.

En esta edición el alcalde de la localidad, Miquel Nadal, aseguró que «ha sido el año con más participación popular». En total fueron unas 175 personas que el sábado por la noche acudieron a la plaza del pueblo para depositar sus votos en las urnas y después cenar con los amigos de una tremponada organizada por el Ajuntament.

Estos 175 jóvenes que para poder votar tienen que tener edades comprendidas entre los 16 y los 25 años y también estar empadronados en Binissalem, escogieron entre 18 chicas y 8 chicos que se presentaron para ser vermadors y vermadores 2005.

Maria Llompart, la vermadora Major, que ganó con un total de 55 votos, explicó que «tenemos que presentar las fiestas ante los diferentes medios de comunicación e ir a Palma a invitar a las autoridades locales para que vengan a las fiestas aunque aún no sabemos exactamente el día, entre otros actos». Pero sin duda el día más importante para ellos es el día de la Vermada, el próximo 25 de agosto, en que son los verdaderos protagonistas de la jornada. Los jóvenes vermadors se encargarán de pisar la uva para que después las tres vermadores puedan hacer la oferta a la Mare de Déu de Robines.

Antiguamente, la comisión de fiestas era la encargada de escoger los jóvenes que serían la cara de las tradicionales fiestas de Binissalem, aunque desde hace poco más de una década son los mismos jóvenes del pueblo quienes eligen sus representantes de las fiestas del Vermar que poco a poco han ido desplazando y dejando en segundo plano a las patronales fiestas de Sant Jaume.

Además, ahora hace tres años que el Ajuntament desplazó la votación popular desde Ca n'Arabí, en las afueras de la localidad, hasta la céntrica plaza Major. Este acto hizo que la participación de los vecinos de Binissalem sea mucho más multitudinaria que durante los años anteriores.