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La dirección regional del PP balear acogió ayer con prudencia la ruptura de negociaciones en Calvià entre Carlos Delgado e Isidre Cañellas a la espera de que los contactos puedan retomarse la próxima semana. La posición de la ejecutiva del PP balear ya fue expresada con rotundidad el pasado viernes y ayer la recordó Joan Flaquer, vicesecretario del PP. «La junta local del PP en Calvià trabajará en tantas reuniones como sean necesarias para poder restablecer el pacto de gobernabilidad suscrito con UM», sentenció Flaquer. Al margen de la postura oficial planteada por Flaquer, la dirección regional del PP está convencida de que las negociaciones se retomarán la próxima semana. Y el mensaje de la cúpula del PP seguía siendo firme. Delgado no puede llevar a los plenarios del Ajuntament de Calvià ningún tema que no esté pactado con Unió Mallorquina. En caso de discrepancias entre Delgado y Cañellas, según la postura oficial, PP y UM deben reunir a la comisión de seguimiento del pacto para forzar un acuerdo.

La dirección regional del PP considera que las desavenencias entre Delgado e Isidre Cañellas se deben más «a las formas» que al fondo de la negociación. Una voz autorizada del PP asumió que a Delgado «le falta cintura política» para cerrar ya un acuerdo con Isidre Cañellas, aunque también cuestionan la actitud del representante de Unió Mallorquina para recomponer el pacto político en Calvià.

La semana próxima puede resultar clave en Calvià y los principales dirigentes del PP esperan que Delgado sea capaz de alcanzar un acuerdo con Unió Mallorquina. El alcalde de Calvià estuvo a punto de enfrentarse a la apertura de un expediente por parte del comité de disciplina por protagonizar una rebelión en la junta local de su municipio. Sin embargo, Matas quiso darle una nueva oportunidad y descartó convocar el comité de disciplina, cuya convocatoria estaba prevista para el miércoles pasado. Para evitar más conflictos, el PP anunció que el comité de disciplina no sería convocado en un evidente gesto para propiciar el final de la crisis en Calvià. El propio Delgado recibió ayer llamadas de altos dirigentes del PP, aunque Matas se mantiene al margen del asunto. El presidente del PP balear aún no ha perdonado el acto de desobediencia del alcalde.