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La movilización de los vecinos de Cala Bona ha dado sus frutos. El Govern balear modificará en algunos puntos el ambicioso proyecto de remodelación del puerto para dar acogida a las sugerencias de los vecinos del núcleo costero de Son Servera. Así lo confirmó el director general de Ports, Fernando Garrido.

Un grupo de 60 vecinos se constituyeron en plataforma para mostrar su inquietud ante este proyecto alegando falta de información al respecto. Por ello solicitaron una reunión con el alcalde de la localidad y el Govern para conocer de primera mano los pormenores del proyecto.

Una representación de la plataforma se reunió con el alcalde de Son Servera, Damià Ripoll y el director general de Ports, Fernando Garrido. Así expusieron su sus principales reivindicaciones. Por un lado evitar el paseo a la altura del muelle y la construcción de un bar en la primera línea.

«Cuando se planifican obras de estas dimensiones hay que acabar hablando con los vecinos para escuchar su parecer. Así en esta reunión recogimos las inquietudes de la gente con el objetivo de darles cabida en el proyecto pues se trata de modificaciones perfectamente asumibles que no desvirtúan en absoluto el proyecto ni su filosofía que es conseguir el embellecimiento de Cala Bona». Así lo explicó Garrido.

De esta manera se eliminará el pequeño anfiteatro previsto para acoger eventos sociales y culturales. Tampoco se hará el retranqueo al primer nivel que perseguía un paseo más al borde del muelle.

Otra de las preocupaciones manifestadas por los vecinos era la preocupación de que se construyera un bar en la primera línea. «De momento se dejará aparcado pues los vecinos y comerciantes nos expresaron cierto temor a que con un nuevo negocio hubiera una excesiva oferta», añadió Garrido. También se ha tenido en cuenta todo el tema de la reordenación del tráfico. Las modificaciones no afectan al inicio de las obras previsto para principios de octubre.

Los vecinos, tras la reunión mostraron su satisfacción, por la reforma del proyecto.