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A.BASSA/J.SOCIES
La Fira de octubre de Algaida estuvo marcada principalmente por la promoción de los productos locales así como por una amplia y variada oferta cultural, lúdica y gastronómica que pese al mal tiempo llenó las calles más céntricas de la localidad. Así los visitantes pudieron disfrutar de una extensa muestra ofrecida por las empresas, profesionales y artesanos del municipio.

Estuvieron presentes la cerámica, el vidrio tallado a mano, la restauración de muebles antiguos, complementos y productos gastronómicos. El comercio justo y solidario así como las entidades y asociaciones del municipio también tuvieron su propio espacio en la Feria.

Delante de la cooperativa estaba ubicada una muestra de animales que llamó la atención de los más pequeños sobretodo algunos ejemplares tan poco conocidos como el guanaco o la oveja iraní. En el Casal Pere Capellà hubo una exposición sobre la llata cedida por el Ajuntament de Capdepera.