Los vecinos de Banyalbufar han luchado para reivindicar la protección de la torre.

Los vecinos de Banyalbufar han luchado para reivindicar la protección de la torre.

C. Ruiz de Galarreta24/11/05 0:00
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Con sólo 2.400 euros, los propietarios de la Torre de ses Ànimes, emplazada en el término municipal de Banyalbufar, pretenden llevar a cabo la restauración de una de las edificaciones más emblemáticas de Mallorca. Esta ha sido la respuesta de los titulares de la torre de defensa a la orden del Consell de Mallorca, publicada en el Butlletí Oficial de les Illes Balear (BOIB), de proceder a la recuperación y rehabilitación de uno de los monumentos más visitados de Mallorca.

Joan Mas, presidente de la Comissió de Patrimoni Històric, indicó ayer a este diario que una vez recibido el proyecto se procederá a su estudio, aunque subrayó que si éste no garantiza la preservación del monumento se procederá a su expropiación, una iniciativa que es vista con buenos ojos por las formaciones de Banyalbufar.

Hace dos meses, el mal estado de la edificación y la amenaza de cierre obligó al organismo insular a tomar medidas con el objetivo final de iniciar un expediente de expropiación de la torre.

De hecho, para el alcalde Mateu Ferrà (UM) rescatar la titularidad de la torre sería la mejor solución para su futura conservación. Ferrà opinó abiertamente que con un presupuesto de 2.400 euros no se puede hacer prácticamente nada: «Bajo mi punto de vista, este primer paso supone reirse de todo el mundo. Los propietarios son unos 28 herederos del archiduque Luis Salvador que no se ponen de acuerdo. Hace tiempo, algunos querían cederla al Ajuntament, otros dejarla en manos de una empresa y otros venderla».

A juicio de Ferrà, la Torre de ses Ànimes, uno de los símbolos de Mallorca, debería ser gestionada por el Consell y el Ajuntament para evitar la amenaza de cierre de los propietarios.

La Torre de ses Ànimes, enclave privilegiado de la Serra de Tramuntana, tiene la catalogación de monumento desde el año 49 por una declaración general de protección de todos los monumentos militares. En 1998, fue declarada Bien de Interés Cultural.

Si como es previsible el Consell no acepta la propuesta de los titulares de la torre de Defensa, se iniciaría la primera expropiación de un monumento en la Isla. En la actualidad, el edificio se encuentra en muy mal estado. Una de las barandillas está deteriorada y puede ser peligroso para los miles de turistas que la visitan anualmente.