La medida adoptada por el área de Servicios Sociales, Sanidad,
Educación y Medio Ambiente; dirigida por la concejal Catalina
Gelabert, ha llenado de satisfacción a los vecinos de sa Ràpita ya
que ahora disponen de un «punto verde» digno que, según Gelabert,
«todo el mundo respeta».
Y es que tal como denunció este diario en su edición del pasado
1 de septiembre, el punto de recogida selectiva que estaba situado
en la calle Llagosta ofrecía un aspecto lamentable debido a la
espiral de abandono y decadencia en que vivía sumido.
El antiguo «punto verde» se encontraba situado en una calle sin
pavimentar que en los días de lluvia se convertía en un campo de
charcos y barro donde el agua se mezclaba irremediablemente con la
basura. Asimismo, estas pésimas condiciones provocaban que los
usuarios del servicio vertieran los residuos de forma
indiscriminada sin usar de forma debida los contenedores destinados
a papel, cristal y desbroce.
El acceso al nuevo vertedero ecológico de la calle Balèna cuenta
una calzada pavimentada con grava para evitar así la aparición de
barro y charcos, mientras que los diferentes contenedores se
encuentran colocados sobre una plataforma de hormigón de fácil
limpieza y ocultos tras una pantalla de brezo que reduce el impacto
visual de los mismos.
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