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El Ajuntament quiere reactivar la construcción del primer polígono industrial de Campanet con la adaptación de las Normas Subsidiarias al Plan Territorial de Mallorca. Así, el informe del estudio preliminar de la adaptación, que se tiene que aprobar en el pleno de esta noche, prevé clasificar 23.643 metros cuadrados como suelo urbanizable industrial para las industrias y talleres que ahora se encuentran en el casco urbano del pueblo, excluyendo el uso comercial.

El informe justifica esta clasificación señalando de que «el Plan Territorial de Mallorca permite a Campanet clasificar como suelo industrial hasta 28.100 metros cuadrados y con esta modificación de las calificaciones de la zona industrio-comercial, solo hay clasificados 4.400 metros de suelo industrial, con la misma adaptación se procedería a clasificar 23.643 metros cuadrados como nuevo solo urbanizable».

Durante la anterior legislatura los políticos ya destacaron la necesidad de construir un pequeño polígono para las empresas del pueblo por lo que el Instituto de Desarrollo Industrial (IDI) firmó un convenio con el Ajuntament de Campanet y compró el suelo rústico necesario para desarrollar esta zona industrial y dar salida a las necesidades del pueblo que no quedan cubiertas por el espacio de Menestralia.

Al comienzo de esta legislatura las instituciones volvieron a mostrar un claro interés por desarrollar este suelo industrial pero la aprobación inicial del Pla Territorial de Mallorca impidió que el Ajuntament pudiese aprobar inicialmente una modificación de su normativa urbanística para incluir el nuevo polígono.

En este sentido, el alcalde de Campanet, explicó que «el Plan Territorial nos restaba metros de este nuevo polígono ya que contaba los metros que hay construidos en Menestralia y eso es absurdo».

En estos momentos en las Normas Subsidiarias hay clasificada una superficie de 4,8 hectáreas con la calificación de industrio comercial. El informe de adaptación señala que la realidad es que la mayor parte de la superficie está ocupada por una actividad comercial (el restaurante Menestralia, tiendas de recuerdos y de vidrio) y no tiene ninguna finalidad industrial, tal y como necesita ahora el pueblo para dar cabida a talleres mecánicos y artesanos.