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A pesar del mal tiempo, el fuerte viento y la amenaza de lluvia que persistió durante toda la mañana, el pueblo de Sencelles salió ayer a la calle para celebrar el 151 aniversario de la muerte de la Beata Sor Francinaina Cirer.

Aunque con menos participación que otros años, centenares de sencellers se concentraron a las 10,30 horas de la mañana en el polideportivo para salir en procesión por las calles del pueblo hasta el monumento de la Beata, en la entrada de la Iglesia, y realizar la ofrenda floral a Sor Francinaina.

Al acto asistió el alcalde de Inca y presidente del Parlament, Pere Rotger; la alcaldesa de Palma, Catalina Cirer, y el Consistorio de Sencelles al completo.

Margalida Llabrés, miembro de la junta de la Fundación «Tia Xiroia» fundada el año pasado en conmemoración del 150 aniversario de la muerte de la Beata, explicó que hace 25 años que el pueblo hace la ofrenda floral el día de la celebración de la muerte de Sor Francinaina y el acto siempre ha contado con la presencia de muchos mallorquines, «aunque desde que beatificaron a Sor Francianaina numerosas parroquias de Mallorca celebran el aniversario y los vecinos de los pueblos quedan en sus parroquias».

Llabrés contó que son muchos los milagros que se le atribuyen a la Beata y contó que «una mujer que no veía se invocó a Sor Francinaina y murió de vejez con una magnífica vista». Además, Margalida Llabrés también explicó que «ahora hay un milagro en proceso para la canonización de la Beata pero es un secreto que aún no se puede desvelar».