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E.B./M.M.
Los propietarios de las viviendas turísticas vacacionales de Pollença tendrán que pagar de media 900 euros para legalizar las casas. 500 euros de impuestos municipales a la hora de obtener la licencia de actividades, 150 euros por la tasa básica para obtener la certificación de calidad más 100 euros más por cada habitación que tenga el inmueble.

Estas son a grandes rasgos las cifras que dio a conocer el equipo de la Conselleria de Turisme del Govern de les Illes Balears, encabezado por el conseller Joan Flaquer, durante la charla informativa sobre la regulación de las estancias turísticas vacacionales el viernes por la noche en el Club Pollença. Un acto al que asistió cerca de un millar de personas que se interesaron por diferentes cuestiones, además del precio, el proceso al que se acogerán las viviendas que fueron descartadas como Viviendas Turísticas Vacacionales (VTV) tras el primer proceso regulador surgido a raíz de la ley del 98.

Todas las viviendas que no pudieron obtener el permiso VTV podrán optar ahora a otro tipo de regulación, la de las Estancias Turísticas Vacacionales (ETV) a las que se calcula que se podrán acoger cerca de un millar de viviendas.

En el plazo de diez días está prevista la apertura de una oficina en el Claustro para facilitar toda la tramitación. El proceso regulador durará seis meses.