El Ajuntament de Sineu detectó el «agujero» hace cinco meses.

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El Ajuntament de Sineu está a espera de que una auditoría aclare el agujero económico detectado en las cuentas del consistorio por una cifra millonaria. El equipo de gobierno encargó hace varias semanas un informe económico a una empresa externa tras comprobar cómo había desaparecido dinero de una cuenta bancaria del propio Ajuntament. Aunque desde el Consistorio de Sineu se está intentando tapar este incidente hasta tener constancia por escrito de la auditoría externa, el «agujero» podría alcanzar los 400.000 euros. La oposición está al corriente del incidente y también espera el resultado de la auditoría.

Este mal uso de los fondos públicos pudo comenzar a producirse en 1999 hasta la actualidad. El primer edil de Sineu es Josep Oliver, del PP, y ha sido el que ha decidido encargar la auditoría. El informe podría llegar a las manos del alcalde de Sineu en los próximos días.

No se sabe ni cómo ni quién pudo desviar este dinero público. De momento, el Ajuntament de Sineu tiene constancia de que ha desaparecido una cantidad muy importante de dinero de una cuenta bancaria. Sin embargo, el mutismo en el Ajuntament de Sineu es total y absoluto. Ni el alcalde ni sus ediles quieren anticipar lo que puede haber ocurrido en el Consistorio municipal. De momento, tampoco hay ningún funcionario sospechoso de haber provocado este agujero en las cuentas municipales, aunque evidentemente se conoce la identidad de los trabajadores que pudieron tener acceso a estas cuentas. Fuentes dignas de toda solvencia aseguraron a este diario que el funcionario que pudo manejar esta cuenta no tenía ninguna autorización para hacerlo. Es decir, la entidad bancaria ni siquiera le exigió la firma para poder gestionar la cuenta.

La desaparición de este dinero fue detectada hace cinco meses, pero el asunto sólo ha trascendido en un círculo muy reducido del Ajuntament de Sineu.

El alcalde Oliver ha sido el encargado de comunicar a los grupos de la oposición la necesidad de realizar una auditoría para aclarar el supuesto agujero en las cuentas municipales, aunque todas las gestiones se han llevado hasat ahora con la máxima prudencia para evitar que ningún funcionario pueda sentirse perseguido.