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La aprobación del pago de las facturas extrajudiciales-aquellas que no se pudieron pagar con el presupuesto de 2005-por un importe de 1.636.000 euros (unos 275 millones de pesetas protagonizó el debate político de un pleno que se alargó casi siete horas. La oposición criticó de forma unánime el «descontrol» del gasto por parte de los 13 concejales del PP y especialmente la gestión de la concejal de Hacienda, Maria Salom, a quien exigieron una mayor dedicación al Ajuntament de Inca. El PSM e Independents d'Inca (Indi) fueron todavía más lejos y sugirieron su dimisión. «Váyase, Señora Salom», llegó a decirle el concejal nacionalista Antoni Rodríguez.

Salom, que ya esperaba el aluvión de críticas inició el debate excusándose. «Reconozco que esto no es lo suyo pero son gastos para afrontar necesidades que surgen a los ciudadanos y que ahora los proveedores deben cobrar», dijo. Desde el PSOE Xavier Ramis criticó el motivo de las facturas extrajudiciales. «Suponen un 7 por ciento del presupuesto y son para pagar gastos en publicidad, protocolo, ferias, material de oficina, limpieza viaria... Muchas cosas que se tendrían que haber previsto». Rodríguez, del PSM, criticó que dentro de estas facturas se haya recorrido a la táctica de fraccionarlas para evitar sacar a concurso servicios ordinarios, como la seguridad del Dijous Bo, que costó 53.816 euros y se pagó en 15 facturas.